La astilladora
El sistema que permite
emitir la fuerza para cortar los troncos es hidráulico y
eso encarece el conjunto. Además, los modelos van variando el método de
alimentación, puesto que los hay eléctricos, con depósito de combustible o con
toma de fuerza a los tractores para poder trabajar directamente en el monte.
Con respecto a su precio, debemos decir también que nos parecen un aparato
fácilmente rentabilizable incluso para los particulares, dado que es una
herramienta ‘de temporada’, con lo que se puede emplear durante muchos años y
conservarla en buen estado. Si la posibilidad de amortización económica no es
suficiente, el ahorro en dolores de espalda y cansancio físico que te
propiciará esta máquina, puede ser el argumento que acabe de convencerte para
‘colgar’ el hacha y dejar de cortar la leña ‘a pulso’.
A pesar de que,
a simple vista, por su tamaño y su peso las astilladoras parecen aparatos muy
complicados, su manejo es
sencillo. Se trata de colocarlas en el lugar elegido, conectarlas
o encenderlas e ir poniendo, uno a uno los troncos en el lugar destinado para
ellos. En cuestión de segundos, la cuchilla del aparato desciende y los corta
sin dificultad. La única clave es tener colocada la leña cerca y contar con un
intervalo entre corte y corte adecuado como para poder trabajar con comodidad.
En cuanto a las
especificaciones técnicas, son el principal detalle a tener en cuenta a la hora
de elegir tu astilladora. La potencia es uno de los elementos clave. El peso y
las posibilidades de trabajar y guardar en horizontal o en vertical, otro. Y,
en tercer lugar, las dimensiones del tronco que admite cada aparato.
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